Movimiento estudiantil
Movimiento estudiantil
lunes, 18 de julio de 2016
domingo, 17 de julio de 2016
Unión Nacional de Estudiantes de Brasil
Hasta hoy se mantienen y su
papel en la historia ha sido importante. En los últimos años de la década de
los 70 y los primeros de los 80 pugnaron por mejoras en la condición de las
universidades y presionaron para conseguir ventajas a nivel cultural.
La Unión Nacional de
Estudiantes (en portugués: União Nacional dos Estudantes, UNE) es la principal
y más antigua unión estudiantil de Brasil, así como el movimiento social más
antiguo que aún se encuentra en actividad en este país. Representa a cerca de 5
millones de estudiantes de enseñanza superior, estando su sede radicada en São
Paulo. Su objetivo principal es la lucha por una educación pública, gratuita y
de calidad. Aunque no está vinculada oficialmente a ningún partido político, se
define como una organización progresista y desde la década de 1980 ha estado
dirigida, con algunos intervalos, por cuadros procedentes del Partido Comunista
de Brasil
En la época, Brasil
contaba con cerca de 50 universidades públicas bajo la administración del
gobierno federal, más otras tantas administradas por los gobiernos estaduales.
Estas instituciones abrigaban cerca de 40% de los estudiantes brasileños y
ofrecían la mejor y más prestigiosa formación. No cobraban mensualidades ni
tasas significativas. Sus recursos eran básicamente los que le entregaba el
Estado. Siendo así, las vacantes en las universidades públicas eran las más
disputadas entre los jóvenes que deseaban acceder a la educación superior. El
argumento liberal era que tales universidades provocaban una fuerte distorsión
en el sistema brasileño, pues, siendo sostenidas con recursos públicos,
atendían a los hijos de las clases más privilegiadas. Así, la educación pública
sería un factor reproductor de desigualdad social. Como la transición de las
universidades hacia la administración de organizaciones no estatales era un
proceso complicado, aunque deseado, la salida más simple parecía ser la
introducción de cobro de aranceles. De esta forma, alegaban, el Estado
comprometía menos recursos con la educación superior y podría concentrar sus
recursos en la educación básica.
Los estudiantes y la
izquierda
Los estudiantes han sido
tradicionalmente en Brasil una fuerza social de carácter progresista. Con
anterioridad al golpe militar de 1964, que derrocó al gobierno del presidente
João Goulart, disponían de una organización nacional, estructurada en tres niveles:
en la base, los universitarios elegían, en su facultad o escuela, a los
directorios, los cuales se integraban en secciones estatales y se
representaban, por mediación de éstas, en la central unitaria a que
correspondía la Unión Nacional de los Estudiantes de Brasil (UNEB). Guardando
celosamente su independencia frente al Estado, la UNEB constituyó siempre una
fuerza política importante, aunque en aquél entonces representara más un
instrumento de presión sobre el gobierno, que propiamente una organización que
pusiera en tela de juicio la legitimidad misma del régimen.
Chile 2011
La educación en Chile estaba
a punto de ser privatizada, las protestas no esperaron y tras otro movimiento
en 2006, que no había dado resultados, los estudiantes querían respuestas.
Estas manifestaciones son consideradas como las mayores en la historia del
país.
Durante la dictadura de Pinochet, los “Chicago boys”, antiguos estudiantes de la Universidad Católica, adeptos de Milton Friedman, introducen sus doctrinas económicas, transformando Chile al nivel planetario en un laboratorio del neoliberalismo. Treinta y cinco años más tarde, estudiantes de otro tipo, van a iniciar, en el año 2011, un movimiento de una amplitud que no había conocido Chile desde la Unidad Popular, cuestionando las bases sobre las que se viene construyendo el país desde hace cuatro décadas. Por sus acciones, sus discursos nuevos, sus reivindicaciones que rebasan el marco educacional, el movimiento estudiantil hace tambalear el edificio forjado en la época de Pinochet, continuado por los gobiernos sucesivos.
Cabe señalar que el número de estudiantes pasó de 100.000, al final de la dictadura, a un millón en el día de hoy y que el 70% de ellos son de “primera generación”: son los primeros en llegar tan alto en sus estudios, no habiendo terminado los padres la enseñanza secundaria. Se puede explicar de varias formas aquella voluntad de incentivar el acceso a la educación superior. A mi parecer, en un sistema neoliberal en el que todo cambio político para poner término a la explotación ha sido descartado, la promoción social brindada –se supone- por un diploma se presenta como la única vía posible para acceder a una vida mejor. Además, para hacer posible la “masificación” de la educación se facilita el acceso al crédito para todos los sectores, incluyendo a los más vulnerables3. Así es como, en Chile, la educación se ha transformado en una válvula de escape imaginaria y en un gran negocio. Por los sueños que levanta, abarca a todos los sectores de la sociedad chilena, vale decir a un mercado inmenso.
Tiananmen rojo
El 4 de junio de 1989, las
ametralladoras amenazaban las calles de la República Popular China. Miles de
estudiantes hartos del gobierno corrupto se lanzaron a buscar libertad y
reformas. Den Xiaoping ordenó terminar las protestas y muchos estudiantes fueron
asesinados.
Las protestas de la Plaza de
Tiananmén de 1989 (a veces escrita Tian'anmen), también conocidas como la
masacre de Tiananmén, la revuelta de Tiananmén o el incidente del 4 de junio,
consistieron en una serie de manifestaciones lideradas por estudiantes en la
República Popular China, que ocurrieron entre el 15 de abril y el 4 de junio de
1989. La protesta recibe el nombre del lugar en que el Ejército Popular de
Liberación suprimió la movilización: la plaza de Tiananmén, en Pekín. Los
manifestantes provenían de diferentes grupos, desde intelectuales que creían
que el gobierno del Partido Comunista era demasiado represivo y corrupto, a
trabajadores de la ciudad que creían que las reformas económicas en China
habían ido demasiado lejos y que la inflación y el desempleo estaban amenazando
sus formas de vida. El acontecimiento que inició las protestas fue el
fallecimiento de Hu Yaobang.
Inicio de las protestas
Las protestas empezaron como
pequeños disturbios, en la forma de oraciones por Hu Yaobang y reivindicaciones
para que el partido revisara la visión oficial de la figura de Hu. Las
protestas crecieron tras las noticias de enfrentamientos con la policía; los
estudiantes creyeron que los medios de comunicación chinos estaban
distorsionando la naturaleza de sus actividades, lo que incrementó el apoyo a
su protesta. En el funeral de Hu, un gran grupo de estudiantes se encontró en
la plaza de Tian'anmen y pidió reunirse con el Primer Ministro Li Peng,
ampliamente reconocido como el rival político de Hu, petición que no fue
atendida. En consecuencia, los estudiantes hicieron un llamado a la huelga en
las universidades de Pekín. El 26 de abril de 1989, un editorial en el Diario
del Pueblo, tras un discurso interno hecho por Deng Xiaoping, acusó a los estudiantes
de crear tumultos. El discurso enfadó a los estudiantes, y el 29 de abril 50
000 estudiantes acudieron a una de las calles de Pekín, haciendo caso omiso de
los avisos disuasorios realizados por las autoridades e insistieron en la
retirada de lo dicho en el discurso.
La derrota estudiantil de Franco
La Universidad española hizo
las principales protestas contra el dictador. Las dos revueltas claves en su
gobierno fueron la de 1956 que fue apenas una escaramuza en Madrid y Barcelona.
La segunda estuvo seguida del Mayo Francés y lanzó a la gente a buscar mejor
educación.
Los rasgos dominantes de la
universidad franquista y las primeras luchas estudiantiles
Durante la dictadura, la
universidad – como todo el Régimen – enraíza su legitimidad en los planos
ideológico, funcional y docente, en la victoria de la guerra civil en 1939 y
sus ideales. De ahí que, desde el principio, tratase y consiguiese hacer borrón
y cuenta nueva de la experiencia e influencia universitaria del periodo
republicano a la que consideraban, en palabras de Alfonso Iniesta, alto cargo
del Ministerio de Educación Nacional, miembro de la Acción Católica Nacional de
Propagandistas (ACNP) y presidente que fue de la Confederación de Maestros
Católicos, como “el foco de toda propaganda disolvente que convirtió el noble
ejercicio docente en materia subversiva sin que el Gobierno tomara medidas
enérgicas, ni la sociedad reaccionara con violencia”
La universidad se
rebela.1964-1968
Durante los años 60, la
punta de lanza del movimiento estudiantil fue la Universidad de Barcelona, y no
por azar. Cataluña es una de las zonas más ricas e industrializadas de la
España de la época, con una potente burguesía ilustrada que ha mantenido, en
buena parte, grandes distancias con el Régimen; con una fuerte carga ideológica
cultural catalanista y nacionalista apoyada, en muchas ocasiones, por la
Iglesia (no olvidemos, por ejemplo, el papel de guardián y animador de la
cultura catalana que juega el Monasterio de Montserrat y su abad, Mossen
Escarré); con una fuerte implantación en el movimiento obrero y en la
universidad del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC, la rama del PCE
en Cataluña, constituida como partido independiente), capaz de unir en su seno
comunismo y catalanismo; Cataluña era la región más cercana a Europa y a sus
influencias, y no sólo por cuestiones geográficas, sino por un acusado
cosmopolitismo económico y cultural. No es, pues, de extrañar que sea en esa
universidad donde, de forma mas clara, los estudiantes analicen y diagnostiquen
la situación de la universidad española y lancen propuestas alternativas de
carácter organizativo, académico y sociopolítico.
Mayo Francés de 1968
A comienzos de 1968, la
asignación de partidas presupuestales menores para el Ministerio de Educación
llevó a los estudiantes franceses a pugnar por una mejor educación
universitaria, la protesta estuvo apoyada fuertemente por Jean Paul Sartre y
Simone de Beavouir.
A comienzos de 1968, a pesar
de la asignación de sustanciales partidas presupuestarias para el Ministerio de
Educación, surgió una creciente inquietud entre los estudiantes franceses,
quienes criticaban la incapacidad del anticuado sistema universitario para dar
salida al mundo laboral a un número, cada vez más elevado, de licenciados. Al
mismo tiempo, diversos grupúsculos inspirados por las ideologías anarquista,
trotskista y maoísta, manifestaron su oposición a la sociedad capitalista y al
consumismo.
Estudiantes de sociología de
la Universidad de Nanterre, próxima a París, fueron particularmente activos y
proclamaron que la universidad debía convertirse en el centro de la revolución
contra el capitalismo; su ocupación del campus provocó la clausura de la
universidad a finales de abril, por lo que decidieron reunirse en la Sorbona.
¿Qué quedó?
La revuelta de Mayo del 68, como tal, no provocó cambios realmente decisivos en la sociedad francesa. La Universidad sí cambió: los estudiantes y el profesorado progresista se adueñaron prácticamente de ella, pero luego fueron perdiendo ese poder poco a poco. En las fábricas, los trabajadores obtuvieron ciertas mejoras salariales y de condiciones de trabajo, y los sindicatos, un aumento de su influencia.
La revuelta de Mayo del 68, como tal, no provocó cambios realmente decisivos en la sociedad francesa. La Universidad sí cambió: los estudiantes y el profesorado progresista se adueñaron prácticamente de ella, pero luego fueron perdiendo ese poder poco a poco. En las fábricas, los trabajadores obtuvieron ciertas mejoras salariales y de condiciones de trabajo, y los sindicatos, un aumento de su influencia.
El Estado mejoró las
prestaciones sociales, en la vía del tan mentado Estado de bienestar. Pero no
olvidemos que todas esas mejoras, lo mismo que los cambios que se fueron
produciendo en las costumbres -en el estilo de vida, en la familia, en las
relaciones de pareja, en las formas de ocio, etc.- coincidían con lo que
pudiéramos llamar la evolución natural de la realidad: en otros países de la
Europa occidental no hubo una revuelta tan llamativa, y sin embargo avanzaron
en dirección muy semejante.
Las protestas contra la Guerra de Vietnam
Vietnam fue el primer conflicto televisado, la generación de la
postguerra no estaba dispuesta a tolerar una matanza más, así que desde la
Universidad de Berkeley en California se quemaron cientos de actas de
reclutamiento. La yesca se prendió en Nueva York y en Washington.
fueron una serie de movimientos y manifestaciones civiles
ocurridas en diversos países alrededor del mundo, destacando sobre todo los Estados Unidos de América,
durante la guerra de Vietnam. Las
protestas comenzaron en 1964 y se extendieron a gran velocidad por todo Estados
Unidos. Fue entonces cuando EE. UU. se polarizó entre los que abogaban por
continuar la guerra y quienes deseaban la paz inmediata. El movimiento vio la participación
de estudiantes, madres de soldados, afroamericanos, hippies, educadores,
religiosos, académicos, periodistas, abogados, médicos, militares veteranos y
en general todas las facciones de la sociedad estadounidense de la época. Las
oposiciones fueron desde grandes manifestaciones pacíficas —destacando el 24 de
abril de 1971, cuando más de 500 000 personas marcharon pacíficamente por Washington D.C contra la guerra— y violentos disturbios
callejeros
El 29 de enero un grupo de profesores de la Univerisdad de Míchigan organizó
una protesta que contó con la presencia de 2500 participantes, modelo que se
repitió en 35 universidades por todo el país. En febrero, debido a la noticia
del primer bombardeo estadounidense sobre Vietnam el día 7, se produjeron
sentadas, pitadas y piquetes por todo el país; se recogieron firmas y se hizo
un llamamiento que incitaba a ladesobediencia civil. El
grupo Pacifistas de Cincinnati organizó un comité contra los impuestos
por la guerra de Vietnam, una forma de reivindicar la resistencia fiscal como
medida de presión. Durante la guerra llegaron a funcionar más de 200 centros de
resistencia fiscal en Estados Unidos. El 16 de marzo,Alice Herz, viuda de 82 años que había huido de Europa en los
años del nazismo, se prendió fuego en el centro de la ciudad de Detroit. Murió 10 días después.
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